Desde que llegue a los Estados Unidos me he sentido con miedo, deprimido todo el tiempo. Me siento solo, estoy solo a pesar de estar rodeado de gente que me quiere, yo no me quiero ni ver al espejo.

Estoy cansado de despertar y seguir la misma rutina todos los dias, cansado de estar encerrado y tener que lidiar con la voz que atormenta mi mente.

Ese dia fui a New York, pude ver el amanecer con la ciudad a contraluz, mis ojos lloraron de alegria, por un segundo pude sentirme vivo. No tenia mucho dinero, ni comida para pasar el dia, solo tenia un par de botellas de agua, mi flash y mi camara. Desde el primer instante que comence a caminar por las calles de Brooklyn pude sentirme en casa, algo parecido a caminar por las calles de La Colonia Industrial, llena de graffiti, trailers y enormes bodegas. Sara me recomendo comenzar una caminata comenzando en Washinton Square Park y caminar sobre Fifth Avenue, no tuve mucho tiempo para llegar al corazon de la ciudad tenia que volver a casa para seguir con mi vida de rutina.

Mi felicidad se acabo al momento de abrir la puerta de mi casa, ahora mis ganas de vivir estan por el piso, no me siento inspirado, me siento inutil, muerto.